Son conocidos los efectos beneficiosos de ducharse, pero ¿hasta qué punto puede ser beneficiosa una ducha?¿Qué beneficios fisiológicos tiene una ducha?¿Cómo debe ser esa ducha para potenciar los efectos beneficiosos que trae?

Te contamos 5 efectos beneficiosos de una ducha que puedes comenzar a disfrutar desde ya:

1 – Tratamiento de contracturas

Está especialmente recomendado por los fisioterapeutas la toma de duchas calientes para el tratamiento de contracturas musculares en la zona cervical. Lo recomendable es disfrutar de esta ducha masajeándose la zona para aumentar los efectos beneficiosos de una ducha.

2 – Piernas cansadas, varices o problemas circulatorios

Para tratar estos problemas es recomendable tomarse duchas de contraste, de agua caliente y fría. La aplicación de este tipo de ducha sería con agua caliente de abajo arriba en la pierna, y posteriormente, repitiendo el paso con agua fría. Y recuerda, cuanta más fría esté el agua mejor para esa gimnasia bascular, mejorarás los efectos beneficiosos de una ducha y tus piernas lo notarán.

3 – Evitas bajadas de tensión

Uno de los efectos que suele generar en el cuerpo al sumergirse para un baño es la bajada de tensión, con el posterior desmayo. La tensión corporal suele bajar cuando tu cuerpo se sumerge dentro del agua, este efecto lo evitarás al darte una ducha. Entre los efectos beneficiosos de una ducha, frente a bañarse, está el evitar posibles desmayos o accidentes provocados por la bajada de tensión al aumentar la temperatura corporal.

4 – Relajación muscular

Las duchas con suelo en forma de cantos rodados pueden aportarte grandes ventajas. Los efectos beneficiosos de una ducha en este tipo de ducha te permitirán realizar masajes en la planta de los pies, estimulando todos los puntos de reflexología podal que hay en los pies, puntos reflejos al resto del cuerpo. Al estar todo tu organismo reflejado en la planta del pie podrás conseguir relajar la musculatura de todo tu cuerpo a base de masajes en los pies. Conseguirás tener un sueño mucho más placentero y podrás relajar el cuerpo.

5 – Tonifica

Una ducha con agua fría consigue el efecto contrario de una ducha caliente. Mientras que el agua caliente te permite relajarte, ayudarte a estirar los músculos, los efectos beneficiosos de una ducha de agua fría son que te activa, tonifica tus músculos y te prepara para afrontar los retos que tienes por delante.