El Hotel Raleig de Miami Beach fue el escenario elegido por Karl Lagerfeld para dejar a la jet en el sitio con la nueva colección de baño de Chanel, Colección Crucero 2009-2010.
Porque los ricos también se bañan y no se van a poner cualquier cosa, el veterano diseñador sorprendió con una colección inspirada en Esther Williams -el desfile se cerró con un original número de natación sincronizada-, en el que no faltó el glamour: plumas, gafas, bolsos , joyas y sandalias completaban los escuetos diseños.
No todos podemos acceder a un Chanel para chapotear en la pisci de la urbanización, así que tendremos que conformarnos con admirarlos de lejos…