Un buen colchón es fundamental para disfrutar de un merecido descanso al final del día y para conciliar el sueño que nos permitirá afrontar las actividades del día siguiente. Al hacerse mayor e ir experimentando cómo en tu vida cotidiana van apareciendo limitaciones y dificultades, a la hora de moverse, bien sea por causa de una enfermedad o de la evolución de cualquier tipo de discapacidad es importante no sólo adaptar el baño, sino también el dormitorio.

1. Es importante renovar el colchón cada diez años.
2. Las necesidades de cada persona cambian con el paso del tiempo, por lo que el colchón que elegimos hace años, es probable que ya no sea el más adecuado para nosotros. Nuestro cuerpo experimenta cambios metabólicos o físicos (pérdida o aumento de peso, crecimiento, embarazo, enfermedades, lesiones…) y el colchón que antes nos encajaba a la perfección ahora puede no ser el más saludable tras estas circunstancias, porque nuestras características y condiciones físicas han variado.
3. Un colchón no es capaz de mantener la higiene que se espera de él durante tantos años, después de haber transpirado, sufrido enfermedades, etc, incluso si ha estado enfundada.
4. Cuanto más tiempo haya pasado desde la última vez que renovaste tu colchón, mayor posibilidad de ácaros en tu colchón. Los ácaros y alérgenos se apoderan de loscolchones, y la situación empeora cuando el colchón no es de látex. Si el deseo de estornudar te invade cada vez que te acuestas en tu cama, sustituye tu colchón sin más demoras.
5. Un colchón que no está en óptimas condiciones puede afectar la calidad de nuestro sueño, y por tanto del descanso que el cuerpo humano necesita.
6. Observa bien el colchón sin la sábana y busca pequeños hoyuelos, bultos, desniveles…. Si los hay, ya sabes, otra razón para cambiar de colchón.
7. Si tienes la oportunidad de dormir en otra cama, al despertar compara cómo sientes el cuerpo y pregúntate qué tan bien has dormido. Si la respuesta es que duermes mejor en otro colchón, significa que debes cambiar el tuyo por uno nuevo.
8. Cuando nos hacemos mayores es necesario contar con un apoyo en condiciones para evitar posibles dolencias corporales o que no se acrecienten aquellas que ya tenemos. Por éste motivo, luego de los 40 años, lo ideal es reemplazar el colchón cada 7 años y darle los cuidados necesarios para que dure.

Si cada día te despiertas con malestar o dolor en la zona lumbar, o hasta tienes dolores de espalda que antes no tenías, puede que tu colchón no esté resultando un buen apoyo para la parte superior de tu cuerpo. Elevar la zona del cabecero o la de los pies, articular el colchón en el que te encuentras acostado te ayudan a mantenerte en un estado de mayor bienestar, cambiar de postura, para evitar la aparición de nuevas patologías o el agravamiento de las que padeces y facilitarte la labor de acostarte y levantarte o acceder mejor a las cosas que tienes al alcance. La mejor opción es una cama articulada.

1. Dormir en una cama articulada nos permite adoptar una postura ergonómicamente correcta mientras dormimos. Teniendo una postura para dormir que permita mantener la curvatura natural de la columna vertebral durante el sueño, nos evitamos muchos malestares y problemas que nos impiden descansar profundamente.
2. Distribuye la presión uniformemente a lo largo de toda la superficie del colchón, permitiendo ajustar los ángulos de la superficie reduciendo la tensión sobre el corazón y favoreciendo la circulación sanguínea.
3. Permite un soporte personalizado, adecuado a las diferentes partes del cuerpo, adoptando una posición más cómoda para leer, ver la televisión o dormir.
4. Permite que el colchón no se sobresaliente, se airee correctamente y evita los malos olores. Una de las características que le diferencia de los somieres con estructura plana.

Perfectas para los problemas de dolor lumbar, tensión de hombros y cuello, dolor provocado por artritis, asma u otro problema respiratorio, reflujo ácido, pies o piernas hinchadas, osteoartritis, falta de movilidad de las articulaciones o problemas del corazón, entre muchos otros.

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