Las preocupaciones, al igual que las prioridades, se van modificando en función de nuestro contexto vital. Así ahora, centrados y obsesionados con la crisis económica, parece que cuestiones tan importantes como el medioambiente han pasado a un segundo plano. En realidad no es incompatible el ser cauto con el consumo y ser ecológico, lo cierto es que van de la mano.
Uno de los momentos rutinarios en los que más contaminamos es limpiando la casa, en concreto en el baño, donde tenemos la tendencia a usar productos con alto contenido tóxico. Siguiendo algunas reglas básicas, puedes tener el baño “como los chorros del oro” y sin contaminar. Lo primero, utiliza productos de limpieza biodegradables, los encontrarás en todos los supermercados. Evita los productos desechables e intenta utilizar aquellos que tienen un tiempo de uso más prolongado. Utiliza productos naturales y de toda la vida, como el vinagre, bicarbonato de sodio o limón para limpiar. De hecho son perfectos para desatascar las cañerías de la ducha, por ejemplo. Para los suelos, te recomendamos disolver y mezclar un chorro de vinagre con jabón líquido neutro en un balde con agua caliente. Al final se trata de tener un poco de conciencia en tu día a día. Los pequeños gestos cuentan.