A mis años, al baño voy yo solo

Faltaría más. Con 82 años, puede que mis piernas ya no me respondan como antes, pero la dignidad la sigo teniendo intacta. No se me malinterprete; la familia sólo pretende ayudar, porque me quieren.

«En la ducha, puedo yo sola»

Estas manos que aquí veis han cuidado a cinco hijos y a nueve nietos. Han planchado, cocinado, cambiado pañales y acariciado las cabezas de todos los miembros de la familia.

Una ducha adaptada para mi mujer

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Al principio, a mí también me pareció un poco «fuerte». Pensaba que las llamadas duchas adaptadas eran exclusivamente para personas discapacitadas, para la tercera edad, etc.