Cada español gasta unos 150 litros de agua al día, 50 de los cuales son utilizados para todas las variantes del aseo personal. Así pues, en nuestras manos está ser capaces de reducir el consumo, no sólo para contaminar menos, sino también para ahorrarnos dinero.
Una de las formas más fáciles de ahorrar agua es ducharnos en lugar de bañarnos. Con tan sólo un pequeño cambio en nuestras costumbres, podremos ahorrar hasta un 50 % en agua, siempre y cuando tengamos en cuenta diferentes aspectos: instalar aireadores en los grifos, cerrar los grifos para enjabonarnos ayudándonos con las manos al aclararnos, y usar sólo la cantidad de jabón necesaria para reducir el tiempo de aclarado y facilitar la depuración posterior de esta agua.