Las piezas más baratas dentro de la gama de porcelana cerámica han bajado su precio medio en el último año frente a las más caras que lo han subido. Este hecho refleja a la perfección lo que está ocurriendo en el mercado del sanitario, como en tantos otros. Y lo que ocurre es que la extrema competencia ha radicalizado la guerra de costes de modo que se está perdiendo la gama que se podría considerar media para quedar solo los dos extremos: gama baja y gama alta.
En esta radicalización del mercado han tenido mucho que ver los competidores provenientes de países en desarrollo que han destrozado el mercado por su parte baja a base de precios mínimos imposibles de igualar para los fabricantes occidentales. La respuesta europea ha sido, en general, intentar posicionar sus productos en gamas más altas. La cuestión es que al cambiar de segmento de mercado también hay que cambiar de armas para competir y es en la incapacidad de realizar este cambio de herramientas donde algunas empresas pueden encontrar más dificultades.
