La temperatura que recomiendan los japoneses para una ducha saludable es de unos 40 grados
En una tarde cualquiera, en la línea de metro Ginzade Tokio, miles de cansados japoneses se dirigen a casa después de una larga jornada de trabajo. Además de las famosas y severas condiciones laborales que los empleados de las compañías niponas sufren, estos trabajadores aún tienen que soportar al menos una hora de viaje en hacinados vagones antes de llegar a casa.
El secreto del agua
La situación es mucho peor en verano. Aunque las temperaturas normalmente no superan los 30 grados centígrados, un porcentaje de humedad del 80 por ciento hace que el aire sea irrespirable incluso en los bien aireados pasillos del metro.
El secreto para soportar tantas incomodidades está en lo que los japoneses llaman ofuro: el baño.
Tomar un baño es la última actividad del día, el relajante paso que sigue a la cena y precede al acostarse y que se lleva consigo la tensión y las preocupaciones de la jornada.
Un pequeño renacer
El efecto que sufre el cuerpo, sumergido en agua caliente, es similar al de un masaje completo. Pero quizá lo más importante es la actitud medicinal con la que los nipones contemplan el ofuro.Es un pequeño renacer, una forma de abandonar los excesos del día, un concepto muy acorde con las religiones budista y sintoista que los japoneses profesan.
Los hogares nipones tienen el servicio y el baño ubicados en pequeños cuartos independientes dado que, tradicionalmente, esa cultura ha hecho una clara diferencia entre las embarazosas y privadas funciones corporales y el sano, y muchas veces comunitario, acto de bañarse.
Un ritual diario
Aunque la ducha occidental está ganando adeptos debido a su rapidez, muchos hogares aún cuentan con un tradicional ofuro. Este consiste de una bañera o pileta estrecha y alta donde el usuario entra con las piernas recogidas y que se llena de agua caliente. La temperatura ideal es de unos 40 grados.
El jabón se aplica fuera de la bañera, sentado a veces en un pequeño taburete de madera, y se aclara con el agua caliente.
El suelo de la habitación es impermeable y tiene un sistema de drenaje que impide que se inunde, lo que ha provocado más de un accidente a los turistas japoneses que, de visita en occidente, quieren tomar un baño casero sin darse cuenta de que los hoteles en Europa y América no cuentan con tan ingeniosos sistemas de desagüe.