Sólo A Coruña supera el «aceptable» en la nota global de accesibilidad. Las mayores carencias se registran en las medidas de adaptación para las personas ciegas y sordas. Quienes se desplazan en silla de ruedas han visto mejorar algo su situación.
De una veintena de capitales españolas, sólo La Coruña aprueba el «examen» de accesibilidad para las personas ciegas, sordas y que utilizan la silla de ruedas, según una investigación difundida hoy por la revista Consumer Eroski.
Esta ciudad gallega supera el aprobado con un «bien» de calificación global del examen, ocho ciudades se quedan en un «mediocre aceptable», y nueve suspenden con un «regular».
Dependiendo de la discapacidad, la nota media obtenida por estas ciudades han sido «bien» en el caso de los discapacitados en silla de ruedas, «regular» para los visuales y «mal» para las personas sordas.
Ello significa que en los últimos años las ciudades se han esforzado más en la adaptación a las necesidades de accesibilidad de las personas en silla de ruedas que en las que requieren los usuarios ciegos y sordos.
La investigación analizó la zona centro, ayuntamientos, ambulatorios, autobús urbano y eurotaxi de A Coruña, Alicante, Barcelona, Bilbao, Cádiz, Córdoba, Granada, Madrid, Málaga, Murcia, Oviedo, Pamplona, San Sebastián, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria y Zaragoza.
Además, los avances en la adaptación de las necesidades de personas en silla de ruedas se ven «lastrados» por las graves dificultades con que se encuentran los ciudadanos con discapacidades visuales y auditivas.