Un pequeño truco para ahorrar agua: usar un reloj de arena. No, no se trata de ducharse con la arena, es algo más psicológico. Leemos:
Realmente la innovación de este pequeño cacharrito no está en el propio reloj (usar arena para medir el tiempo es algo habitual) sino en el uso que se le da.
Me explico: se ha calculado que, en una ducha, se llegan a gastar casi 4 litros al minuto. De la misma manera se ha calculado que la relación ideal entre higiene y ecología (no sé si me explico) está en una sesión de 4 minutos bajo la alcachofa. Así, este reloj de arena mide los cuatro minutos de rigor. Ni uno más ni uno menos.
Como véis, una medida más para ahorrar a la venta por poco más de 2 Euros.