¿Qué puede suceder si no nos lavamos las manos?
A pesar de los reconocidos beneficios para la salud que supone lavarse las manos, muchas personas no practican este hábito con tanta frecuencia como debieran, incluso después de usar el retrete.
A lo largo del día acumulamos en nuestras manos gérmenes procedentes de diferentes situaciones como son el contacto directo con otras personas, con las superficies contaminadas, los alimentos e incluso con animales o sus deyecciones.
Si no nos lavamos las manos con una frecuencia suficiente, podemos infectarnos a nosotros mismos con estos gérmenes al tocarnos los ojos, la nariz o la boca. También podemos pasar estos gérmenes a otras personas.
Las enfermedades infecciosas que con más frecuencia se diseminan a través del contacto son el catarro común, la gripe o las diarreas infecciosas. Un catarro común se suele superar con facilidad pero la gripe puede ser más grave en los lactantes, en los niños con procesos respiratorios crónicos o en los ancianos. Igualmente las gastroenteritis pueden ser graves en los recién nacidos y los lactantes.