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Hoy me gustaría hacerme eco de dos de esos estudios que realiza la ciencia para conseguir tumbarnos realidades míticas. Y ya no es solo que digan que tomar un zumo de naranja al día no sirve para casi nada o que las espinacas no tienen el hierro que creíamos. Ahora tratan temas mayores.
Acaban de descubrir en la Universidad de Oxford que contar ovejas no sirve para dormir, que es un mito. Explican que no funciona debido a que la gente se imagina ovejas sucias y eso enturbia el sueño. La verdad, me he quedado patidifuso y entristecido, yo confiaba mucho en ellas. Pero esto no es nada comparado con el segundo estudio… Lo cuento tras lo mejor de mi semana
Tercer lugar. Los cuatro perfectos últimos minutos de John Rambo. Sirven para dar un sentido y cerrar la saga. No digo más.
Segundo lugar. El entretenido libro La aventura de dirigir un casting. Escrito por dos famosas directoras, te ayuda a comprender la importancia de ese trabajo. ¿Sabíais que el director de Ghost pidió a cualquier actriz menos a Whoopy Goldberg para el papel de médium? Eso es ojo…
Primer lugar. La totalidad del casting de Tío Vania, que se representa en el Teatro María Guerrero de Madrid. Absolutamente alucinantes Francesc Orella y Malena Alterio. Una obra increíble con una bella escenografía que te rasga el esófago de arriba abajo.
Y volviendo a los mitos caídos, el segundo estudio lo han realizado en Leicester y desmonta la teoría de que la gente canta en la ducha. Han descubierto que, cuando se tienen más de 25 años, tan solo se canta 5,5 segundos al día (una estrofa y enseguida te cansas) y que cantamos en situaciones rutinarias donde sostengamos un elemento entre las manos. La ducha y el secador están en octavo lugar, en segunda posición cuando miramos el ordenador con el ratón en la mano y el primero es para los minutos que dedicamos a poner gasolina.
Quizá lo más alucinante es lo poco que cantamos al día, así que yo propongo que juntemos los dos estudios y que siempre que no podamos dormir busquemos a alguien que nos cante una nana completa. Eso sí… Hasta que un estudio refute que las nanas ayuden a dormir…