Una correcta disposición de los elementos resulta determinante para disfrutar de un baño cómodo y bien aprovechado, en el que sacar el máximo rendimiento del espacio disponible.
Una óptima disposición en paralelo de los elementos, con ducha y bañera incluidas.
Siempre que el baño disponga de los metros necesarios se recomienda instalar una ducha y una bañera, ya que además de asegurar un uso compartido del espacio garantizan la higiene diaria necesaria y permiten disfrutar de agradables momentos de relax. Aunque la ubicación de ambas piezas dependerá del formato de las mismas y de su tamaño, así como de la planta de la estancia, lo más habitual en baños cuadrados o rectangulares es colocarlas en paralelo o de forma perpendicular. Es lo que se ha hecho en esta estancia de planta irregular equipada con elementos de las series Starck y Starck 1, de Duravit, y con piezas de diferentes colecciones, de Axor – , en la que se ha optado por una distribución en paralelo del área de cortesía, la ducha, los sanitarios y la bañera, quedando esta última en el centro de la estancia en lugar de adosada al muro, la opción más habitual la mayoría de las veces. Una solución que no sólo ayuda a rentabilizar al máximo los metros disponibles, sino que no obstaculiza la entrada de luz natural desde la ventana dada la escasa altura a la que ésta se encuentra situada. Por otro lado, instalar la ducha de obra junto al tocador permite aprovechar un retranqueo del muro y deja libre un espacio central lo bastante despejado como para poder moverse con total comodidad. Algo muy importante cuando la disposición de los elementos no es totalmente perimetral.