Hoy en día, son muchos los hogares que optan por la ducha en detrimento de la bañera por el ahorro de espacio y de agua que supone. Básicamente, se presentan dos alternativas. Bien compramos un plato con medidas dictadas por el distribuidor, bien nos atrevemos a darle un toque más nuestro apostando por una ducha de obra.
Si nos decantamos por la primera elección, hallaremos varios materiales con diferentes prestaciones: desde los resistentes cerámicos hasta los sintéticos realizados con resinas, pasando por materiales nobles como la madera o la piedra natural. Igualmente, el abanico de diseños es muy amplio, aunque los que más triunfan son los cuadrados y los semicirculares.
A favor de las duchas de obra diremos que el grado de personalización que se puede alcanzar es máximo, pero este tipo de reformas implican un desembolso mayor y siempre nos arriesgamos a que el resultado no sea el esperado: filtraciones por un mal aislamiento, accidentes debido a una colocación errónea del revestimiento, etc. Como viene siendo habitual, os invito a recopilar en este post vuestros maravillosos platos de ducha.