Los cambios bruscos de temperatura son muy peligrosos. Antes del baño mójele al niño la tripa, el pecho, las muñecas y la nuca.Hágale entender que debe dejar transcurrir un tiempo prudencial entre la comida y el baño.Nunca pierda de vista a su hijo mientras se baña. Usted -y no el socorrista- es el principal responsable de la seguridad de su hijo.Enseñarle a nadar desde pequeño es el mejor salvavidas.El primer baño del niño debe ser suave, tranquilo y en compañía de sus padres, para evitar sustos y ayudarle a disfrutar de una buena experiencia con el mar.La mayoría de los niños sienten un miedo innato al agua. Si éste es el caso de su hijo no le fuerce, respete su actitud porque si le obliga a meterse en el agua la experiencia se puede transformar en un trauma difícil de superar.Déjele que descubra a su ritmo el placer de jugar en el agua. Anímele a jugar en la orilla, a saltar las olas, o a caminar por la orillas buscando conchas para que se acostumbre al nuevo territorio.Si su hijo se lanza al agua sin ningún temor, explíquele los peligros que encierra el mar y las precauciones a tener en cuenta. Enséñele el significado de las señales de peligro y las banderas, así como a cumplir con las indicaciones de socorristas y vigilantes.Los flotadores no son un sustituto de los chalecos salvavidas y pueden dar una falsa sensación de seguridad. Se arriesga a que si el niño levanta los brazos pueda escurrirse hasta el fondo o que, con un movimiento brusco, quede vuelto con la cabeza hacia abajo.Otros riesgos que conviene evitarDeshidratación. Ofrezca agua a su hijo de manera continuada. Los niños cuentan con un sistema regulador interno todavía inmaduro y tienden a deshidratarse con facilidad. Si se alimenta aún mediante lactancia materna no es necesario darle ningún otro líquido.Golpe de calor. Un error muy habitual es tapar en exceso a los bebés. En verano, además de hidratado, debe estar fresquito, evitando en lo posible que sude.Insolación. Procure que el niño limite su exposición al sol y que mantenga puesto en todo momento un gorro que le cubra cabeza y nuca. Si el niño presenta una insolación colóquelo boca arriba en un lugar fresco (siempre a la sombra), refresque su cuerpo con agua fría, y hágale tomar mucho líquidos.Otitis. Para prevenir posibles infecciones de oído, evite que el niño se meta de forma brusca en el agua (sobre todo si está muy fría) y que permanezca demasiado tiempo nadando o jugando; es preferible que se bañe varias veces a lo largo del día, pero en periodos más cortos. Escozor y dolor leve son los principales síntomas de la otitis. Si no remite, acuda al pediatra.