La pizarra es una roca metamórfica fósil, densa, de grano fino y fácil de separar en láminas (fisibilidad). Está formada por la compactación de arcillas y presente en la construcción desde los tiempos más remotos. Suele ser de color negro azulado o grisáceo, pero también podemos encontrarla en tonos verdes o multicolor. Debido a sus especiales características de resistencia a las heladas e impermeabilidad se ha venido utilizando tradicionalmente para la construcción de cubiertas.
España, con un volumen de exportación de más del 80%, es el primer país productor mundial. Los yacimientos más importantes se encuentran en el Noroeste, especialmente Galicia y León, aunque también son muy conocidos los de Bernardos, en Segovia.
Actualmente es uno de los materiales más de moda en la decoración de nuestras casas, especialmente en chapados y revestimientos, tanto interiores como exteriores. Podemos encontrarla en formatos muy variados: cuadrados, rectangulares, octogonales y diferentes grosores. Por sus propiedades resultaría, por ejemplo, una de las alternativas ideales para revestir un moderno cuarto de baño como vemos en la imagen o para el solado de una terraza. También quedaría espectacular para revestir el frente de una chimenea, una pared destacada, ya sea completa o formando un zócalo a modo de cabecero, o incluso de moldura decorativa, enmarcada con madera o escayola.