Será por moda, por gusto o por la influencia de los profesionales de la decoración, pero lo cierto es que el bimando parece conocer una segunda juventud en el mercado español de la grifería.
Las ventas no se han disparado, los porcentajes de participación no han subido espectacularmente, pero unas y otros muestran una fuerte estabilidad lo que no es poco en la actual coyuntura e incluso, en algunos casos, remontan posiciones. Y las previsiones tampoco apuntan a inflexiones importantes, si bien todo dependerá de la marcha de la construcción y de las economías domésticas en particular.
La grifería bimando se ha mostrado particularmente activa en los últimos tiempos. Su segmento de mercado es «muy definido» otros dirán «limitado» y se mueve dentro de unos parámetros marcados por el producto estrella de la grifería, el monomando, así como por el desarrollo tecnológico de otras modalidades del producto (termostática, electrónica, etc.).
Pero este nicho de mercado se ha mantenido en los últimos años, e incluso da trazas de haberse incrementado. De acuerdo con las cifras aportadas por uno de los más destacados proveedores del sector, en 2006 se habrían vendido 83.096 unidades de bimando, lo que representaría el 11% del total de la grifería vendida en España, mientras que en 2007 se habría llegado a las 112.050 unidades, que constituiría el 14,8% del total del mercado.
Evidentemente, no todas las empresas han participado de la misma tendencia. En función de sus prioridades estratégicas o de posicionamiento del producto, unas han apostado con más fuerza que otras por el bimando y, en consecuencia, han recogido mayores o menores crecimientos de ventas.
Tomemos el ejemplo de otra conocida marca española, Gribagno, cuyas ventas de bimando han representado en 2007 el 12% del total de su grifería y cuyo director comercial y de operaciones, Salvador Jiménez, reconoce que «es un tipo de grifería que tiende a perder peso con respecto al monomando», pero que inmediatamente a continuación afirma: «Aunque en nuestro caso parece que es una grifería que ha empezado con fuerza, representando el 16% y ganando con ello posiciones con respecto al monomando».
Otro caso paradigmático es el de Ramon Soler, que, aún considerando el bajo nivel de ventas en el que se mueve el segmento del bimando, admite la política de vanguardia seguida últimamente en este campo, en el que «hemos sido innovadores: hace un año sacamos la versión con cristales de Swarovski en la serie Ilíada y este mes de abril salimos al mercado con la gama Gaudí CJ con piezas de cerámica de La Cartuja de Sevilla».
También es significativa la estrategia de Teka Grifería que para este año acaba de lanzar nada menos que tres series de bimando, una de corte moderno (Vision) y dos de estilo retro (Capricho y Deco).
Evolución
Desde Grohe ofrecen un buen resumen de las peripecias por las que ha pasado el bimando en España y las razones de su actual éxito, siempre un poco a remolque del monomando: «El mercado de bimandos en España ha evolucionado enormemente. De ser el segmento de productos con precio más bajo ha pasado a sofisticarse, situándose en la gama alta de producto. La principal razón fue la aparición de monomandos a precio competitivo que entraron en competencia directa con el bimando y que le obligaron a reinventarse para poder sobrevivir».
Reinventarse en este caso ha significado reposicionarse y reposicionarse, ubicarse en determinados nichos de mercado, aquellos justamente dominados por el diseño. «La grifería bimando ha vuelto a nacer al incorporar elementos de diseño que se dedicaban más a la grifería monomando», explican los responsables comerciales de una destacada marca nacional.
Es más, «a nivel de diseño, el bimando ya es sinónimo de elegancia, de un equilibrio en las formas del cual el monomando carece», argumentan en otra conocida empresa.
