A partir de determinada edad y para evitar esfuerzos innecesarios, es más recomendable una ducha que una bañera. Las duchas de obra, directamente en el suelo, son las más idóneas. Pero si nos decidimos por una convencional, conviene que el acceso al plato de ducha tenga el mínimo escalón posible.En casos de discapacidad o, simplemente para una mayor comodidad, podemos decantarnos por duchas que dispongan de un asiento, o adquirir esta pieza por separado. Los hay tipo banqueta y anclados a la pared (disponibles en ortopedia y tiendas especializadas).Para aquellos que no quieran desprenderse de la bañera, también hay asientos especiales que mejoran la estabilidad.Necesitas cambiar la bañera por una ducha pero no conservas azulejos como los de la pared y tampoco te planteas reformar el baño entero. Estás en un aprieto ¿o quizá no tanto?Yo me encontré en esta tesitura hace poco ya que un familiar me encargó la reforma de un baño en estas mismas circunstancias. En los comercios ya no había ni rastro de las baldosas originales, pero nos resistíamos a remodelar el baño entero, ya que estaba en perfecto estado.Y puesta manos a la obra, nunca mejor dicho, decidí que lo mejor era crear un espacio diferenciado pero integrado a la vez. Las soluciones con paneles no nos convencían, pues teníamos claro que deseábamos tener baldosas en la ducha.Pretender colocar unos azulejos similares en el hueco dejado por la bañera hubiera sido un error, ya que la diferencia hubiera sido notable. Por ello opté por buscar una plaqueta de diseño radicalmente diferente pero en un tono gris, coordinado con los colores del baño. Tras dar muchas vueltas, finalmente encontré el modelo Mosaico Damasco de Roca que imita al gresite, en un interesante color gris que combinaba a la perfección con el resto del baño.A la hora de cubrir la pared, decidí distinguir deliberadamente las nuevas baldosas creando diferentes volúmenes, pues si las hubiéramos colocado en el mismo plano que las originales, hubiera dado la sensación de ser un parche.También diseñé un asiento en la parte trasera.Para ello conté con el inestimable buen hacer de un albañil que entendió a la perfección el proyecto y realizó una serie de poyetes que cubrían el hueco dejado por la bañera y ocultaban la nueva instalación de fontanería en la zona del grifo.Colocamos un plato de ducha de 1,20 metros y cubrimos el suelo con un pavimento antideslizante en negro. Finalmente una mampara transparente remata y protege el espacio de las salpicaduras.El resultado ha sido espectacular, el baño ha cambiado por completo, parece más grande que antes y sus usuarios están entusiasmados con el cambio. Yo estoy contenta por haber encontrado una solución racional, perfectamente integrada, ahorrando innecesarias obras.VER MAS