Para conocer si hay que cambiar las tuberías que canalizan el agua tan sólo hay que observar el estado de conservación de las partes visibles de los tubos. Si no es óptimo, habrá que renovar la instalación para evitar posible fugas y escapes.Si aparece humedad en la pared o llega poco caudal al grifo, es posible que haya alguna fisura o escapeCuando las tuberías están cubiertas, habrá que sustituirlas si se observa que los azulejos o la pintura de la pared empiezan a desprenderse o se aprecian humedades en lugares por los que discurren las cañerías.No obstante, cuando las tuberías atraviesen muros o paredes, deben hacerlo por pasamuros, cuyas dimensiones han de permitir la dilatación de los propios tubos. También se pueden colocar unas fundas a las tuberías que están empotradas o enterradas. Es conveniente que estas fundas sean de material aislante para proteger de los cambios térmicos o minimizar las consecuencias de un escape.Por otro lado, el caudal del grifo puede ser también un signo revelador de que las tuberías no se encuentran en condiciones adecuadas, ya que si llega poco caudal es posible que exista alguna fisura en el recorrido.