El sindicato USO, mayoritario en la compañía de grifería Casa Buades, ha manifestado hoy su oposición al ERE que la firma ha entregado este viernes al comité de empresa y que contempla el despido de la totalidad de la plantilla, 173 trabajadores.
«Nuestro objetivo es lograr mantener la empresa abierta, si tiene que haber despidos, al menos que no sea el cierre total de la fábrica», ha comentado en declaraciones a Efe el secretario de Acción Sindical de USO en Baleares, Francisco Melgarejo.
No obstante, el representante de USO afirma ser consciente de que el objetivo de la empresa es cerrar: «Ellos quieren aprovechar el momento de crisis para deslocalizar su producción hacia zonas donde los trabajadores les salgan más baratos, como China», ha subrayado.
La dirección de la compañía, perteneciente al grupo Teka, ha anunciado este viernes que el próximo lunes entregará su Expediente de Regulación de Empleo (ERE) al Govern y el miércoles se volverá a reunir con los representantes de los trabajadores, a los que ha ofrecido diálogo y franqueza, así como el máximo respeto a sus derechos.
El comité de empresa, por su parte, ha reclamado a la dirección que, además de la documentación entregada este viernes(últimos ejercicios de la empresa, el balance provisional a cierre de 2008, la proyección de resultados para 2009 y la memoria explicativa, entre otras cosas), se le facilite toda la información económica de Teka.
«Que el grupo Teka no tenga liquidez no se lo cree nadie», ha incidido Melgarejo para indicar que su sindicato intentará estudiar toda la documentación facilitada por la empresa para preparar un plan de viabilidad que evite el cierre de Casa Buades.
En este sentido, Melgarejo ha pedido también un gesto por parte del Govern para que, al igual que sucede con Kratf en Menorca, traten de negociar la continuidad de la firma, «aunque sea solo con cien trabajadores de los casi 200 que hay».
A juicio del portavoz de USO, el Govern «debería decir algo, se tiene que implicar cuanto antes e impedir que deslocalicen la producción». Si finalmente no fuera posible evitarlo, Melgarejo ha asegurado que su sindicato exigirá el despido con las mejores condiciones: «45 días por año mínimo, como si fuera improcedente».
La empresa Casa Buades es emblemática en Mallorca y lleva fabricando grifería en la isla más de un siglo, ligada al grupo Teka.