Los astronautas a bordo de la Estación Espacial Internacional (ISS, en inglés) podrían encontrarse con largas colas en los baños cuando llegue el momento del descanso entre caminata y caminata.
Con una cifra récord de 13 personas a bordo de la estación, el principal retrete se estropeó, lo que provocó que los astronautas corrieran a usar los inodoros de emergencia del lado ruso de la estación y a bordo del transbordador espacial Endeavour, que se encuentra en plena misión en el puesto en órbita.
«Pongan un nota de ‘fuera de servicio’ en el WHC [compartimiento de desechos e higiene]», dijo Hal Getselman, del Control de Misión en Tierra tras varios intentos infructuosos de reparación.
La NASA ha limitado el uso del baño del transbordador porque no puede arrojar los desechos fuera, como se hace durante los vuelos. Las aguas fecales podrían contaminar la plataforma recién instalada para experimentos científicos.
Esa nueva plataforma, instalada frente al laboratorio Kibo de la estación durante una caminata espacial el sábado, se usará para probar experimentos que necesiten ser expuestos al ambiente abierto del espacio.
Pero los astronautas quizá pueden acabar más preocupados por los inodoros que por cualquier otro experimento. En opinión de Brian Smith, director de vuelo de la estación, el asunto podría convertirse en algo más grave que una simple anécdota si los baños no pueden ser reparados en un plazo de seis días.