Practicar un estilo de vida saludable es la mejor forma de evitar las visitas al médico, especialmente para personas de cierta edad. Para una persona mayor, disponer de un plato de ducha en casa es fundamental por muchos motivos:
- En verano, nada mejor que una ducha fresquita para evitar los temidos golpes de calor, especialmente peligrosos en personas mayores.
- En cualquier época del año, una ducha fría ayuda a tonificar los músculos y mantenerlos en forma, contribuyendo a evitar la pérdida de agilidad. Una ducha caliente ayuda a relajar la musculatura y a eliminar el estrés.
- Un plato de ducha a ras del suelo previene accidentes graves derivados de caídas y resbalones, que pueden tener consecuencias fatales.
- Disponer de un plato de ducha permite a los mayores seguir disfrutando de autonomía para asearse solos, aumentando así su autoestima y mejorando su calidad de vida.
Si aún no dispones de plato de ducha en casa, hay empresas que te lo instalan en sólo 24 horas y sin obras inoportunas. Tu salud te lo agradecerá, y podrás convertir tu baño en un lugar más seguro.