Un estudio refleja que 7 de cada 10 vascos prefieren no compartir la ducha por tratarse de «un momento íntimo»
En decenas de películas la ducha ha sido escenario de las secuencias más eróticas y complacientes del cine (con la salvedad de la mítica escena de ‘Psicosis’). En ellas el baño siempre tiene el tamaño adecuado, el suelo parece ser antideslizante y por alguna razón los protagonistas no se atragantan con el agua que cae de la ‘cebolleta’ mientras se besan apasionadamente. Pero en la vida real, ducharse en compañía no es tan fácil ni tan cómodo y eso lo saben muy bien los vascos. Y es que según una encuesta realizada por la empresa de desodorantes AXE, el 71% de los chicos prefiere una ducha a solas. Aparentemente entre el fútbol, los colegas y la novia, los hombres pasan poco tiempo consintiéndose a sí mismos, por eso aprecian la ducha como un momento íntimo donde lo que más preocupa es la temperatura del agua, su presión, la esponja y el aroma del gel. Detalles que terminan por dejar la compañía en segundo plano.
De acuerdo a este estudio, los vascos no son los únicos que valoran la privacidad durante la ducha. El 83% de los catalanes también optan por entrar de uno en uno al cuarto de baño. Caso contrario al resto de los españoles, que prefieren compartir esta actividad (59%), sobre todo valencianos y sevillanos. Aunque querer no siempre es poder, porque sólo el 27% declara hacerlo con frecuencia. A nivel nacional, el 84% de los encuestados confiesa que se ducha por puro gusto (además de por higiene) al menos una vez a la semana.
Los responsables del estudio distinguen la ducha funcional de la ducha por placer, y señalan que para los españoles es más significativa la segunda. Mientras que el segmento masculino busca un placer personal e íntimo, las chicas prefieren una ducha más funcional y con un objetivo práctico en concreto.
El tamaño importa
Aunque sólo el 71,4% de los chichos españoles acepta ducharse a diario, el 80,3% de ellos dicen que si tuvieran más tiempo para sí mismos lo harían más de una vez al día. Según el informe, uno de los principales impedimentos para ducharse en compañía suele ser el tamaño de la ducha. Así que las posibilidades son dos: cogerle el gustillo a la higiene en solitario o meterse en obras y reformar el cuarto de baño.