El cuarto de baño es una de las estancias más utilizadas de la casa, y también una de las más íntimas. Al baño le pedimos practicidad pero también confort, lujo. Es el espacio privado por excelencia.
Por eso, a la hora de acometer reformas de baño debemos plantearnos hasta en el más mínimo detalle. Una reforma completa implica la mano de obra de diferentes profesionales –fontanero, electricista, escayolista y pintor-, además de los materiales nuevos, por lo que el presupuesto puede alcanzar perfectamente los 6.000 euros sin dificultad.
Una reforma completa sólo es aconsejable en caso de instalaciones muy antiguas en las que sea necesario renovar las tuberías de plomo, sustituyéndolas por unas de cobre (más baratas y ecológicas), así como la instalación eléctrica, sometida al paso de los años.
En el resto de los casos, hacer un buen lavado de cara al cuarto de baño pasa por renovar los sanitarios y el mobiliario, y renovar la cerámica si ya estamos cansados de la antigua. Esto reduce considerablemente el presupuesto y la envergadura de la obra (y, por consiguiente, las molestias y el engorro de la misma).
Si lo que queremos es realizar una reforma de baño realmente práctica, que no sólo nos permita renovar y modernizar, sino también ganar espacio y ahorrar agua y energía, existe la opción de cambiar la antigua bañera –sí, ese trasto que jamás utilizamos para la función para la que fue concebido- por un moderno plato de ducha.
Existen soluciones que incorporan un plato de ducha antideslizante que previene accidentes y resbalones. La reforma es muy sencilla y generalmente puede hacerse en un solo día, sin tener que dejar de utilizar el aseo.
El sistema consiste en picar el alicatado que rodea a la bañera, retirar ésta y llevarla a un punto limpio, modificar la fontanería para adaptarla de bañera a ducha, colocar el plato de ducha elegido sellándolo para asegurar su total estanqueidad, y colocar la nueva cerámica elegida en el espacio dejado por la bañera.
El precio total no llega ni de lejos al de la reforma total, y, sin embargo, sí que nos permite disponer de un cuarto de baño totalmente nuevo, dotado de más espacio para incluir más armarios para almacenamiento, por ejemplo, para instalar una ducha para dos o para, simplemente, disfrutar de más sitio para relajarnos.