Lo hemos dicho en más de una ocasión, los japoneses nunca dejan de sorprendernos. Además de resultarnos, en muchas ocasiones, excéntricos, son también pioneros en diseño. En esta ocasión os mostramos una casa con un par de árboles dentro. Cuando los dueños decidieron construir su vivienda en un terreno, había en el dos bonitos árboles que tenían que ser taladrados para la construcción de una casa. Según parece, estos árboles tenían un gran valor sentimental para la dueña por lo que uno de los imperativos es que no desapareciesen.
Con esto en mente, los arquitectos integraron los árboles en la casa. Fueron sometidos a un proceso de secado y funcionan como pilares soportando el forjado de madera superior, y quedando por tanto visibles en el salón y cocina de la vivienda. De tal manera, la dueña de la casa puede observar a diario sus queridos árboles.