Hay una razón para que las mujeres tengamos mala cara, y es el exceso de tareas (laborales y domésticas) la falta de tiempo y los espejos sin iluminación apropiada. Aquellas que hayan tenido la oportunidad de ir a un hotel con un espejo retro iluminado se habrán dado cuenta de la grandísima diferencia. Si lo hacen las artistas de cine y teatro en sus camerinos, será por algo.
Gracias a estos maravillosos espejos ya no es necesario abalanzarse en precario equilibrio sobre el lavabo para pintarse la raya, una se toma su tiempo y lo hace desde la distancia. Para que esto no suene a alegato pro féminas, comentar que la depilación facial no es exclusiva de las mujeres. Pelos sobran a todos. Dicho lo cual, en tono jovial de viernes, les recomendamos este producto presentado recientemente, un espejo retro iluminado de la marca Koh-i-noor, de estructura portalámparas en aluminio anodizado y producción ecológica, es decir no tiene ni plomo ni cobre.