Parece que no termina de llegar la primavera, pero en algún momento se instalará o directamente entraremos en periodo estival, de las botas a la sandalia, sin tregua. Es en estos momentos cuando comienza la famosa operación bikini. Una de las grandes preocupaciones del “destape” es la celulitis, para reducirla el hidromasaje es una gran ayuda. Para las y los que no dispongan de un hidromasaje existen maneras de utilizar una ducha regular para conseguir disminuir la molesta celulitis.

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Se trata de alternar en la ducha con agua fría y caliente. La explicación es sencilla, cuando el cuerpo está sometido al calor, la sangre se mueve a la superficie de la piel con el fin de mantener los órganos internos frescos, de la otra manera, cuando el cuerpo está sometido al agua fría, la sangre se mueve en mayor volumen para mantener a los órganos internos calientes. Así al calentar y a continuación, enfriar el cuerpo varias veces en sucesión, se crea un movimiento y un efecto de bombeo de sangre en el cuerpo que ayuda a eliminar toxinas. Además de los efectos desintoxicantes, también contrae los poros de la piel y aumenta el tono y la elasticidad con el tiempo.

La rutina es la siguiente, después de haberte duchado con normalidad alternar primero agua fría, proyectándola en el cuerpo con movimientos circulares, después se repite el mismo movimiento pero con agua caliente, haciéndolo hasta 3 veces y terminando con agua fría.

La mejor manera de obtener los beneficios de la ducha caliente y fría es hacerlo por la mañana. Combinando esta pequeña rutina con una dieta saludable, los resultados a medio plazo, ¡son notables!