Todo en la visa es cíclico, volvieron en su día los pantalones de campaña, los colores flúor, los leggins, las hombreras. Todo, hasta lo más insólito vuelve. Los bañadores “retro” se han instalado, mucho más recatados que los provocadores bikinis brasileños, pero de ahí a ir “vestido” para darse un chapuzón hay un gran salto, esto nos retrotrae hasta principios de siglo. Pero como hay gustos para todo y en este mundo hay gente muy pudorosa, ha salido esta nueva línea de…¿chandalkini?
Se trata de una colección planteada por Regine Tessone, una judía ortodoxa que creó una línea de “bañadores de corte puritano”, según afirma “nos enseñaron a darle importancia a los pechos, las caderas y las formas sensuales de las mujeres, y yo, entiendo, tengo que borrar todo eso”. Es decir, tapar lo máximo posible.
Bajo su firma podemos encontrar su propuesta de “bañadores de cuatro piezas”, estos cuentan con un sostén, leggins hasta la rodilla, una pequeña falda y camiseta de mangas.
Muchas de las clientas argumentan, más que argumentos religiosos, puramente estéticos, el de esconder exceso de kilos –por ejemplo- bajo la tela. En cualquier caso y como bien dice el refrán, para gustos los colores.