La higiene personal cuya máxima expresión es la ducha, es algo que tenemos completamente integrado en nuestra rutina, nos duchamos mínimo una vez, si no hacemos deporte, en cuyo caso pueden ser varias las duchas que tomemos al día. Hay voces en contra de este movimiento que acuñan una “obsesión” por la higiene. ¿Nos duchamos demasiado?
Algunos especialistas alertan sobre la “higiene excesiva” y recomiendan ducharse cada dos o tres días siempre que no se haga deporte. Este argumento también viene apoyado por consideraciones medioambientales, está claro que consumimos demasiada agua. Esta tesis, que en nuestro país recibiría terribles críticas, parece haber calado en otros territorios, así el 41% de los ingleses y el 37% de las inglesas ya no se duchan diariamente, comentarios jocosos aparte, esto parece una nueva moda.
Según la socióloga Elisabeth Shove la “cultura de la ducha” ha impuesto un hábito llevándolo a la categoría de obligación social. Para gustos los colores.
