La combinación del blanco y el negro es una de las últimas tendencias en el diseño del baño. Esta decoración bicolor ha sido un clásico a lo largo de la historia del interiorismo, lo hemos podido ver en los años 20 o en los suelos damero tan empleados en diferentes épocas.
Unos lo ven como contraste y otros como equilibrio entre luz y oscuridad pero ante todo es un sinónimo de elegancia en el que se complementan los colores. Si nos decidimos por esta combinación debemos tener cuidado con la distribución de los elementos y con la iluminación ya que podríamos hacer que el color negro desapareciera o el color blanco nos cegara, lo mejor es buscar una iluminación indirecta y jugar con las texturas de los diferentes revestimientos y sanitarios.