En estos tiempos que corren, y con la que está cayendo parece un buen momento para redoblar esfuerzos en materia de investigación para conseguir inventar “cosas” que ayuden a vivir mejor a las personas que peor están. No hay que olvidar que si somos capaces de inventar algo que consiga que una persona que es dependiente de otra deje de serlo, habremos mejorado sustancialmente su calidad de vida e independencia.
Es mucha la gente que está en esta carrera y semanalmente leemos noticias que anuncian los logros conseguidos por centros de investigación de todo el mundo, desde prótesis, robots para asistencia, mascotas inteligentes, etc. etc. Sin embargo, pasado el eco de la noticia no se vuelve a oír hablar de estos inventos, no se ven anuncios publicitarios de estos nuevos productos, ni en las tiendas se ven estas cosas, algo falla. O bien los anuncios de los descubrimientos son muy precipitados, o bien los costes de producción son muy elevados para un mercado un tanto “indefinido” en el que no existen canales de distribución ni una demanda que justifique una producción masiva.