familia

Recuerdo el día en que hicimos esta foto. Andrés tenía sólo unos mesecitos, y le encantaba pasar un buen rato en la bañera, chapoteando. Nuestra casa es de segunda mano, y el cuarto de baño venía con una bañera casi más grande que el propio baño. El resto de elementos se apiñaban en el espacio que quedaba: para lavarte las manos tenías que cerrar primero la puerta de entrada.

Ahora Andrés ya tiene 7 años, edad suficiente para ducharse. Nos ha costado un poco explicarle que gastar todos esos litros de agua sólo para una persona es indecente. Así que hemos cambiado nuestra bañera por un plato de ducha. ¡Ahora nuestro baño es otra cosa!

La ducha antideslizante es preciosa, está encastrada en el suelo, así que no hay temor de que el peque se resbale. Nos hicieron una redistribución mas inteligente del baño, y ahora caben los mismos elementos, ¡y nos ha sobrado espacio para poner un armario para las toallas! Estamos todos encantados con nuestro nuevo cuarto de baño.