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El aparato, de color plateado y empapelado con carteles de publicidad, está situado en el Madison Square Park. Permite el acceso a personas en sillas de ruedas y ofrece a sus clientes 15 minutos de privacidad por 25 centavos de dólar

La responsable de Transporte de la ciudad de Nueva York, Janette Sadik-Kha, inauguró el jueves de manera oficial el primer baño público automático de la Gran Manzana, instalado por la empresa española Cemusa.

Con la inauguración de ese aseo público se pone fin a años de debates entre las autoridades neoyorquinas sobre la conveniencia o no de su instalación, pues algunos temían que ese tipo de habitáculos fueran pasto de gamberros o sirvieran de cobijo para mendigos.

De este modo, Nueva York acaba con una de las principales asignaturas pendientes de la capital financiera del mundo: la falta de baños públicos en sus calles y avenidas.

El primer baño público de Manhatatan, de color plateado y con carteles de publicidad, está situado en el Madison Square Park.

Se espera que Cemusa instale un total de veinte servicios similares por toda la ciudad de Nueva York en los próximos dos años, aunque el Ayuntamiento aún no ha decidido su ubicación.

El recinto de aseo, diseñado por el arquitecto Nicholas Grimshaw, es accesible para personas en sillas de ruedas y ofrece a sus clientes 15 minutos de privacidad por 25 centavos de dólar.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, inauguró hace un año la primera marquesina de autobús construida también por Cemusa, pero en esta ocasión delegó en la responsable de Transportes la inauguración del primer baño público de la ciudad.

Cemusa, una filial del grupo FCC, ganó en 2005 un concurso público de 1.400 millones de dólares en mobiliario urbano del Ayuntamiento de Nueva York para instalar también en las calles de la ciudad más de 3.300 marquesinas de autobús y 330 quioscos de prensa.

Se espera que los ingresos publicitarios procedentes de los aseos públicos y el mobiliario urbano instalado por Cemusa genere 1.400 millones de dólares a lo largo de 20 años, de los que 1.000 millones de dólares irán a parar a las arcas municipales.

La empresa española mantiene y explota publicitariamente más de 110.000 elementos de mobiliario urbano (marquesinas de autobús, relojes, paneles informativos, quioscos, aseos públicos, contenedores de reciclaje y paneles electrónicos) en 110 ciudades de once países en Europa y América.