Muchos padres escogen esta época estival para enseñar a sus hijos la difícil tarea de prescindir de los pañales. El hecho de que las temperaturas sean altas y se lleve menos ropa ayuda a la hora de lanzarse al mundo del orinal, la falta de control de esfínter es menos problemática cuando solo se lleva un pequeño bañador.
Esencialmente se trata de una cuestión de paciencia, de explicarle el nuevo sistema al niño, dar el paso de quitarle el pañal, estar pendiente, crear una serie de rutinas y tener muy presente la pieza angular de este proceso: el orinal.
Dado que las vacaciones suelen disfrutarse en zonas alejadas del hogar, es interesante hacerse con un producto que pueda desplazarse, de tal manera que no se rompa la rutina del niño y que él tenga identificado cual es su espacio donde hacer sus necesidades. Para estos casos la solución perfecta es un orinal portátil. Hemos encontrado este, bautizado como Nikidom, de fácil transporte, que se adapta a un wc de adultos o puede ser utilizado independientemente. Gran solución para este verano, ahora solo falta que los padres se animen.