Se acercan las vacaciones, el tiempo libre, el buen clima y, para muchos, la época ideal para realizar reformas en casa.

Ya sea porque no hay dinero para adquirir una vivienda, porque se pasa más tiempo en casa y esta pide a gritos un lavado de cara, por cuestiones de ahorro energético, porque se quiera ponerla en venta, hacerla accesible o por una combinación de todo lo anterior, las reformas de la vivienda han ganado el pulso a la compra de obra nueva.

Según Habitissimo.es, portal online que actúa de intermediario entre particulares y empresas, el interés para solicitar información sobre reformas del hogar ha aumentado en este primer semestre hasta en un 120%, ¿pero se materializan estas solicitudes? El sector concluye que sí y que las reparaciones en los hogares han aumentado un 10% durante los dos últimos años.

Se asegura que las reformas más habituales son, en primer lugar las efectuadas en los baños y, en segundo, las de la cocina. La instalación de calefacción con nueva caldera y radiadores también ocupa un puesto importante en las mejoras del hogar.

Es importante pedir varios presupuestos y acompañar al técnico que los va a realizar
En cuanto al tiempo de ejecución de la reforma varía en función de la vivienda, por ejemplo, en poner suelo laminado y pintar se suele tardar una semana, con imprevistos incluidos. El mismo tiempo se emplea en renovar la cocina y el baño (dos semanas, si son de tamaño grande). En hacer una reforma integral se va un mes.

 

equipo-tecnico Securibath

Por lo que se refiere a precios (sin IVA), un baño nuevo de cuatro metros cuadrados puede rondar los 3.200 euros. Una cocina totalmente renovada, supone unos 6.000 euros, incluyendo muebles de cocina procedentes de fábrica. A esto hay que sumarle unos 2.000 euros en electrodomésticos.

El cambio de instalación eléctrica, agua y gas, con interruptores, enchufes y luces básicas, ronda los 4.000 euros. Y pintar un piso de unos 65 metros cuadrados con dos manos de pintura plástica puede costar unos 1.000 euros.

Datos facilitados por Bankimia, comparador online de cajas y bancos, muestra que, la cantidad media de dinero solicitado para reparar la vivienda fue de, aproximadamente, unos 8.000 euros.

Las reformas pueden tener su lado negativo si no se emprenden bien desde el principio, y es que por muy pequeñas que sean las modificaciones se aconseja, según el tipo de reparación, contar con un proyecto de reforma, y será necesario solicitarlo, ya sea por acto comunicado o por licencia de obra menor, al Ayuntamiento. Informar al presidente de la comunidad de propietarios también es importante para evitar malentendidos con los vecinos.

Recomendamos pedir una media de dos o tres presupuestos. Considera que mostrar la vivienda a las diferentes compañías explicando lo que se desea permite concretar lo que se necesita cambiar o reparar. Añade que las reformas precisan de una gran inversión, por lo que “hay que dedicar tiempo a seleccionar la empresa más idónea”.

Hay que desconfiar de los presupuestos extremadamente bajos, pues las posibilidades de que no se acaben las reformas con esos precios son muy elevadas. “Con la situación económica actual, la gran mayoría de los profesionales cobran precios similares, ya que tienen unos gastos de estructura empresarial parecidos y aplican márgenes de beneficio similares”.

A la hora de elegir presupuesto compruebe que en el total está el IVA incluido y que la factura ofrece todos los servicios detallados. Asegúrese de que la empresa dispone de la certificación necesaria para realizar las gestiones e instalaciones pertinentes de gas, fontanería o electricidad. Las compañías suelen solicitar un porcentaje del pago por adelantado, así que acuerde un calendario de pagos, efectuando el último cuando las reformas estén finalizadas y usted satisfecho.

El IVA supone un encarecimiento que hay que tener en cuenta. Las obras de reforma tributan al 10%, si la vivienda es de uso particular o el destinatario es una comunidad de propietarios. Otro factor a tener en cuenta para beneficiarse de ese tipo de IVA es que la construcción o rehabilitación de la vivienda haya finalizado al menos dos años antes del inicio de las reformas. Y que la persona que ejecute las obras no aporte el material, y si lo hace, su coste no exceda del 40% de la base imponible de la operación; es decir, del total sin IVA. El empresario tampoco puede sobrepasar el 40% en coste de materiales aportados, y si lo hace deberá tributar al tipo general del 21%.