Si no sabes como limpiar y mantener adecuadamente los grifos de tu baño llegarán a tener un aspecto totalmente deslucido, opaco y con sarro que hará que tu baño se vea sucio y descuidado. En este post queremos enseñarte algunas formulas con las que ya no tendrás que avergonzarte de tus grifos y que harán a tu baño brillar.
Limpieza: Los grifos de la ducha y el lavabo tendrán un acabado estupendo con tan solo pasarles una esponja húmeda con un poco de bicarbonato. Después, se aclaran y se secan con un trapo suave. Hay que ser muy precavido y asegurarnos de tener en cuenta que el material con el que estén hechos la esponja y el trapo no vaya a rayar la superficie de los grifos.
Las manchas más difíciles: Para las manchas más difíciles, se puede preparar una pasta de yeso blanco, diluido en una cucharada de alcohol. Extenderlo con un trapo y dejarlo secar. Una vez seco pasarle una gamuza.
Despídete de la cal: Es de sobra conocido que la cal deja muchas señales sobre los grifos. Para remediarlo, se puede limpiar con una bayeta impregnada en amoniaco y lustrarlo frotando con un trapo.
Sacar brillo: Una buena idea es frotar los grifos con un trapo con harina o cenizas, ambos son excelentes pulidores.
Grifos que gotean: Mientras llega el fontanero, un buen truco consiste en enrollar repetidas veces un hilo al rededor de la rosca del mango del grifo.
