Coca-Cola, a través de la Fundación Coca-Cola para África, y la Agencia de Desarrollo Internacional de Estados Unidos (Usaid, en sus siglas en inglés) pusieron en marcha en 2005 un programa denominado Alianza para el Agua y el Desarrollo (Wada, en inglés), que con una inversión de 13,8 millones de dólares (8,75 millones de euros) hasta 2010 pretende mejorar la calidad del agua en zonas deprimidas de catorce países (doce de ellos en África). El objetivo es mejorar la calidad de vida de 250.000 personas.
Egipto es uno de los países seleccionados por la Alianza para el Agua, ya que la contaminación del recurso genera importantes limitaciones de uso (el 80% del agua utilizada vuelve al entorno contaminada).
En las ciudades egipcias, el 90% de la población tiene acceso a agua potable; mientras que en las áreas rurales, donde viven alrededor de 40 millones de personas, sólo el 4% de los habitantes cuentan con este bien.
La alianza entre Coca-Cola y Usaid, junto con Unicef, la consultora International Resources Group (IRG) y el Gobierno egipcio, pretende mejorar la calidad del agua y su reutilización en dos áreas rurales del país (Gharbiya y Qena) donde habitan alrededor de 80.000 personas.
Menos agua en la producción de Coca-Cola
En paralelo con sus actuaciones relacionadas con el agua a través de la Fundación Coca-Cola para África, el gigante de Atlanta tiene entre sus objetivos promover un uso eficiente del recurso entre sus embotelladores. La planta de Kalioub en El Cairo no es una excepción. En esta instalación se ha logrado reducir la cantidad necesaria de agua para producir un litro de refresco de 3,8 litros a 3 litros. En todo el mundo, la media para producir un litro de Coca-Cola es de 2,5 litros de agua, aunque Europa está por debajo de la media mundial, con 2,1 litros. La planta de Kalioub cuenta además con una planta de tratamiento de agua, diariamente procesa 600 metros cúbicos.
Del total, 200 metros cúbicos se destinan a la producción de las bebidas y otros 100 se reutilizan internamente dentro de la planta. Los 300 metros cúbicos restantes se vierten a la red pública de saneamiento. El objetivo de Coca-Cola es que en 2010 todas las plantas embotelladoras del mundo cuenten con un sistema de tratamiento de agua, siempre y cuando no sea posible conectarse al sistema público, como ocurre en los países desarrollados. La Fundación Coca-Cola para África, creada en 2001, ha invertido hasta el pasado año 5,5 millones de dólares en proyectos medioambientales, donde se incluye la mejora de la calidad del agua. Este año, prevé invertir 2,3 millones más.