ducha-valeria-mazzaphoto00043_122_564lo.jpg

Cantar en la ducha. Hay unos cuantos que ostentan ese vicio que nada tiene de malo. Para empezar no hace daño y para terminar, a menos que desafines demasiado, pues son sólo unos cuantos compases y ya, el tormento finaliza para la familia damnificada que debe soportar los alaridos.

Más de una vez me he encontrado con esta pregunta en los test que suelen llamar de personalidad. Exactamente no sé que se puede determinar de una persona respondiendo negativa o positivamente a esto.

Mi respuesta es: si, claro que canto bajo la ducha, desgraciadamente canto muy mal, pero canto.

Es automático, yo siento el agua caer sobre mi cuerpo y como si pulsaran el botón de play, de mis labios cantores aparece una melodía. En las duchas del gimnasio debo contenerme y conformarme con silbar, porque estoy segura que si amenizara el vestuario con mi cantar, un torbellino de mujeres se acercaría a mi ducha para decirme:-“Quieres hacer el favor de callarte”.