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La Villa Olímpica se ha convertido en el perfecto paradigma de los Juegos verdes y de alta tecnología que propugna Beijing utilizando materiales como madera de bambú, concreto, vidrio traslúcido, paneles fotovoltaicos

Según Zhang Mao, el alcalde de Beijing y vicepresidente ejecutivo del Comité Organizador de las Olimpiadas (BOCOG), “esta villa es una oda a la arquitectura verde porque su diseño está en función del uso de energías renovables”.

Se calcula que estas instalaciones tendrán una vida útil de 20 años, lo que representa un ahorro de 765.000 de dólares anuales en el consumo de energía eléctrica.

El BOCOG explicó que “el espacio fue pensado para que la tradición china sea perceptible tanto en el aspecto externo y estético del complejo habitacional como en su concepción y manejo de los espacios con respecto a los flujos energéticos del cosmos y del campo magnético terrestre y su influencia sobre la vida, siguiendo los principios del Feng Shui”.

La Villa dispone de 524.000 metros cuadrados para la zona de los 16.000 atletas que albergará, 20 edificios de nueve plantas, 22 edificios de seis, tres centros de residentes y una policlínica que atenderá las 24 horas del día.

Cuenta con varios restaurantes, el principal con capacidad para 5.000 comensales, casas de té, cafeterías, una peluquería, una oficina de correos, tiendas, una estación de bomberos.

También tiene cinco habitaciones donde se celebrarán ceremonias de las cinco grandes religiones (cristianismo, islamismo, budismo, hinduismo y judaísmo), e incluso clases de idioma chino, por si a algún atleta quisiera aprender la lengua de Confucio.

«Hemos buscado encontrar una armonía entre las estructuras y el medio ambiente», explicó Liu Rong, de la compañía Beijing Guoao Investment Development, a cargo de la construcción del complejo residencial, que se halla a cinco cuadras del Estadio Olímpico, al norte de la capital china.

Según Liu, los paneles solares que están instalados a lo largo de las 66 hectáreas que ocupa el recinto “alimentan todas las calles, patios y farolas del complejo gracias a los 7.890.000 kilovatios hora que generan”.

La Villa Olímpica cuenta con un sistema de recolección y reutilización del agua de lluvia y los cuartos de baño están equipados con tecnología para el ahorro de agua.

El agua de las duchas se calienta gracias a una placa solar de 6.000 metros cuadrados que está conectada al sistema de tuberías que llega a todas las habitaciones y servicios auxiliares de la Villa.

Una disminución del 40 por ciento en el consumo energético del aire acondicionado será posible gracias a un sistema respetuoso con el medio ambiente que además se caracteriza por no hacer ruido ni expulsar humos.

Las características chinas están presentes en todas partes; desde las puertas principales, en los que aparece el ave fénix, hasta las paredes de los edificios, de ladrillo visto gris, pasando por los clásicos faroles rojos o los papeles rojos recortados que en los chinos acostumbran a poner en sus ventanas.

Cuando finalicen los Juegos Paralímpicos, durante los cuales la Villa Olímpica alojará a 7.000 atletas, este recinto pasará a manos privadas y los departamentos se pondrán a la venta aunque se confirmó en los últimos días que el 50% ya está vendido.

El costo del Estadio Nacional, conocido como Nido de Pájaro fue de 500 millones de dólares, aproximadamente 3.500 millones de yuanes.

Los gobiernos central y local han contribuido con la mitad de los costos y el resto proviene de inversionistas y donaciones.