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El ‘anfibugy’, como se conoce a esta actividad, se ha desarrollado en el Dique Juan Carlos I, la playa municipal del Espigón. Para la prestación del servicio se ha contado con un vehículo especial, que es atendido en todo momento por personal de Cruz Roja para permitir que en silla de rueda, puedan disfrutar de un baño en el mar sin ningún riesgo.

Se ha llevado a cabo con Cruz Roja en la Playa del Espigón

El Ayuntamiento de Huelva ha clausurado hoy la novena edición del Programa ‘Un Baño sin Barreras’ que organiza la institución municipal gracias a un convenio firmado con Cruz Roja Española. Un programa en el que han participado 261 onubenses con algún tipo discapacidad.

Desde principios del mes de julio y hasta hoy mismo, durante tres días a la semana, concretamente los martes, miércoles y jueves, se ha prestado este servicio que se pone a disposición de las asociaciones de discapacitados y de la población en general con algún tipo de incapacidad física, psíquica o mental. Se trata de ofrecerle a estos onubenses una actividad tan sencilla y habitual para la mayoría de los ciudadanos, como es pasar un día en la playa, pero tan inaccesible para otras personas.

Con ello, el Ayuntamiento de Huelva ha ofertado en estos dos meses una actividad de ocio y tiempo libre lo más normalizadora e integradora posible y dirigida de forma específica a este colectivo, facilitándole a todos los onubenses, sin excepción, la posibilidad de disfrutar de las playas durante el verano.

El ‘anfibugy’, como se conoce a esta actividad, se ha desarrollado en el Dique Juan Carlos I, la playa municipal del Espigón. Para la prestación del servicio se ha contado con un vehículo especial, que es atendido en todo momento por personal de Cruz Roja para permitir que en silla de rueda, puedan disfrutar de un baño en el mar sin ningún riesgo.

Los usuarios del servicio han sido recogidos y traslados por personal de Cruz Roja, en vehículos adaptados a la playa. En este sentido, este año, se ha contado con dos autobuses, con capacidad para hasta 19 personas por grupo, debido al incremento de solicitudes de particulares recibidas, a los que se les va a buscar directamente a sus domicilios.

‘Un baño sin barreras’ se ha convertido en una jornada de convivencia para los usuarios desde las 11.00 mañana hasta las 19.00 horas, incluyendo el almuerzo en la playa y la participación en todo tipo de actividades lúdicas y de ocio adaptadas a cada colectivo, según su discapacidad. Para ello, se instala a pie de playa una carpa totalmente adaptada a las necesidades del colectivo, ubicada junto al puesto de socorro de Cruz Roja, que ha contado con la atención de 20 voluntarios.

Esta actividad municipal también se ha convertido en una forma de hacer amigos y conocer a personas que con las mismas dificultades y que se esfuerzan cada día para hacer una vida totalmente normalizada.