5c34431b4be51d0b7ec45846f76f447edef.jpg

Una simple ducha de 5 minutos en el mejor de los casos consumirá 50 litros (esto suponiendo que salgan el mínimo de 10 l/m, que la mayoría es de 15 y 20 l/m). Para llenar una bañera se precisan un mínimo de 200 litros. Así pues, en nuestras manos está el escoger uno u otro modo de aseo. Algunas personas sólo toman un baño de vez en cuando argumentando que así se relajan. Una buena sesión de masaje puede ser más relajante y no consume un recurso escaso como el agua.
Otra posibilidad de ahorro es la de instalar perlizadores o reductores de caudal en el flexo de la ducha. Si el calentador lo permite hay reductores a 8 l/m que aunque disminuyen drásticamente el caudal es suficiente para ducharse. También podemos cerrar los grifos para enjabonarnos ayudándonos con las manos al aclararnos, y usar sólo la cantidad de jabón necesaria para reducir así el tiempo de aclarado y facilitar la depuración posterior de esta agua. Un dispensador de jabón en la ducha permite ahorrar no sólo jabón sino también agua en el aclarado.
Algunas instalaciones cuando abrimos el agua caliente de la ducha tarda un rato en que salga a la temperatura deseada. Esta agua puede ser de entre 2 y 8 litros en algunos casos. Basta pues disponer de un cubo cerca del plato de la ducha o dentro la bañera y llenarlo con esta agua que rechazamos. Luego puede usarse para fregar la casa o para la descarga del WC. Aunque deberíamos decir que un poco de agua fría no hace daño al cuerpo.