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Mil millones de personas no tienen acceso regular al agua potable. Así de contundente es la conclusión del segundo informe de Naciones Unidas sobre Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo.

Las enfermedades relacionadas con el agua mataron a más de 3 millones de personas en 2002.
Y lo que es peor: cada año se podrían salvar las vidas de 1.6 millones de personas si se les pudiera ofrecer acceso a agua potable y a instalaciones higiénicas, una carencia que en el 20% de los casos se debe al fracaso de las políticas gubernamentales, según el documento.

Los resultados del informe sobre Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo se dieron a conocer el jueves como preámbulo al IV Foro Mundial del Agua, que se celebrará del 16 al 22 de marzo en la capital mexicana.

En la reunión, en la que participarán más de 10.000 personas incluidos los ministros de 130 países, se debatirán posibles soluciones a la crisis mundial de acceso y gestión de los recursos hídricos.

EN CIFRAS
3,1 millones de personas murieron en 2002 por enfermedades relacionadas con el agua, como la diarrea y malaria (el 90% eran niños)

Unos 2.600 millones carecen de instalaciones de saneamiento básicas

El volumen de aguas del lago Chad, en África, disminuyó el 90% desde 1960

La calidad del agua está en declive en la mayoría de las regiones, lo cual afecta a la diversidad de las especies de agua dulce y a los ecosistemas
El estudio de la ONU atribuye esencialmente las carencias actuales a la mala gestión, a la corrupción, a la falta de recursos y a los cambios medioambientales y subraya la necesidad de tener un liderazgo más firme y una mayor coordinación si se quiere alcanzar en 2015 la meta del milenio de reducir a la mitad el número de personas que carecen de acceso a agua potable.

Así por ejemplo, sólo el 12% de las naciones cumplieron el plazo para presentar una estrategia hídrica eficaz en 2005.

«Una buena gestión es esencial para administrar los suministros de agua fresca, cada vez más estirados, y es indispensable para acabar con la pobreza», dijo Koichiro Matsuura, director general de la Unesco, la agencia que lideró a las 24 agencias de la ONU que recolectaron información para el informe mundial sobre recursos de agua.

«Sabemos que una buena gestión debe incluir instituciones adecuadas -a nivel nacional, regional y local-, estructuras legales fuertes y eficaces y suficientes recursos humanos y financieros», añadió Matsuura.

El informe de la ONU destaca también el impacto causado por los cambios en el clima. Según el documento, en muchas regiones los niveles de agua de los ríos y aguas subterráneas están disminuyendo debido al aumento del ritmo de evaporación y al descenso de las lluvias.