Uno de los lugares en los que más agua se gasta el agua en una casa es en los baños y en las duchas. No voy a proponer que se reduzca la higiene por motivos evidentes, pero lo que se puede hacer es aprovechar mejor el agua que se utiliza. La forma más sencilla es no bañarse y únicamente ducharse, en lo que se ahorra hasta 100 litros de agua por sesión. Es cierto que lo de bañarse cada vez se hace menos, por lo que el siguiente paso es tardar lo menos posible en ducharse. En cinco minutos deberíamos ser capaces de ducharnos completamente. Por supuesto, mantener el grifo abierto y el agua corriendo mientras nos enjabonamos o frotamos el pelo es completamente innecesario. Si en invierno tenemos frío, lo que hay que hacer es climatizar mejor la casa (o aguantar un minutito).
Hasta aquí los métodos más comunes y utilizados. Sin embargo, hay otras posibilidades, como son recoger el agua fría que normalmente se tira por el sumidero antes de ducharse mientras el agua caliente llega al grifo. De esta forma, yo he calculado que se ahorran unos 2 a 3 litros por ducha, por unas 4 a 7 duchas por semana, por unas 3 personas por familia, hacen un total de entre 96 y 252 litros de agua al mes y de 1.152 a 3.024 litros anuales para una sola familia. Si multiplicamos por los casi 6 millones de habitantes de la Comunidad de Madrid, tenemos que se ahorrarían de 2.304.000.000 a 6.048.000.000 litros en la Comunidad de Madrid (suponiendo que todos los habitantes de madrid se duchen entre 4 y 7 veces a la semana), o lo que es lo mismo entre 2,3 y 6 hm3, que es, más o menos, la décima parte de lo que se quiere trasvasar a Barcelona. Y sólo recogiendo agua en un cubo antes de ducharse. Después, este agua puede utilizarse para regar, limpiar, cocinar, dar de beber a los animales e, incluso, para consumo humano si se tiene cuidado de no ensuciarla.
Como colofón final, hay algunos proyectos de duchas aún más ecológicas, como la Quench Shower, que permite ducharse en dos pasos. El primero consumiría 20 litros en dos minutos, en el que se hará la ducha normal, incluido el aclarado del jabón, el chapú, etc. y, una vez bien limpiado, se utiliza cuatro litros recirculados durante todo el tiempo que se quiera. Los creadores han calculado que se puede ahorrar el 82 % de agua y el 87 % de energía en cada ducha.