Ya hemos hablado de los beneficios que aporta el agua marina, que contiene prácticamente todos los minerales existentes. La investigación cosmetológica invierte gran parte de sus esfuerzos en rescatar todos esos nutrientes del mar e incorporarlos a productos cosméticos, con diferentes fines estéticos y sanitarios. Por ejemplo, un solo kilo de algas marinas contiene el mismo yodo que 10.000 litros de agua de mar. En su sofisticado sistema interior, las algas concentran los elementos esenciales del agua marina, en una proporción 500 veces mayor. Son de esperar los beneficios antioxidantes, hidratantes y regenerantes que proporcionan a la piel los cosméticos a base de estas algas, mediante el aporte de sales minerales, magnesio, calcio, potasio, vitaminas o aminoácidos, entre otros elementos esenciales. También se comercializan sales ricas en minerales como sodio o cloro, que, en contacto con la epidermis, facilitan su absorción por el organismo, que los lleva a la sangre y al sistema linfático. Nuevamente, la naturaleza nos provee de todo lo que necesitamos para nuestro bienestar.