Estamos tan absolutamente acostumbrados a comprar absolutamente todo que no se nos pasa muchas veces por la cabeza que hay soluciones simples basadas en el reciclaje o usar productos que ya tenemos en casa.
Por mucho que intenten ocultar los ambientadores y hacer que parezcan objetos de decoración, no dejan de ser ambientadores, para muchos, un trasto más en el baño.