Por La señora Prudencia
Como ya les contaba la semana pasada, mi vida cambió hace poco, ese día en el que Manolito (no señor, nunca me acostumbraré a llamar Manuel a mi niño) dijo: “Mama, un día te vas a pegar u
Por La señora Prudencia
Como ya les contaba la semana pasada, mi vida cambió hace poco, ese día en el que Manolito (no señor, nunca me acostumbraré a llamar Manuel a mi niño) dijo: “Mama, un día te vas a pegar u