A la hora de limpiar tu cuerpo, tienes dos opciones principales: bañarse o ducharse. ¿Cuál le conviene más?
Tanto el baño como la ducha tienen sus propias características diferenciadoras.
Cambiar la temperatura de la ducha ya sea con agua fría caliente o templada puede tener un profundo efecto en su bienestar físico y emocional.
Cuando nos duchamos, en mayor o menor medida, estamos haciendo uso de agua caliente. Este proceso de calentamiento del agua consume energía. El confort que buscamos con la ducha es generalizado para todos los usuarios.