Las ventajas de la ducha sobre el baño son claras:
Ahorro significativo de agua, 80 l. para la ducha, mientras que unos 150 l. para el baño.
Higiene al no bañarse el usuario en su propia suciedad.
No necesidad de preparación para tener que llenar la bañera.
El uso de platos de ducha adaptados beneficia a ancianos o personas de movilidad reducida.
El espacio requerido para la instalación del plato es inferior al requerido para la instalación de una bañera.