La incorporación de un plato de ducha a nuestro cuarto de baño no tiene porque suponer una renuncia al confort, sino todo lo contrario.
Dentro del concepto de ducha fácil, que se refiere a la instalación de un plato de ducha en sustitución de una bañera en cuatro sencillos pasos, retirar la bañera, instalar el sistema de ducha, alicatar y colocar la mampara, con una obra sencilla podremos disfrutar de nuestra ducha en un par de días.
La ducha es más práctica, más higiénica y más ecológica y en general se corresponde mejor con las necesidades que tenemos hoy en día, así pues la bañera queda reservada para viviendas que disponen de más de un cuarto de baño, para su disfrute en ocasiones especiales, mientras la ducha poco a poco gana terreno y se convierte en la opción más elegida en general.