Las casas de hoy en día tienen sus limitaciones. A algunas de ellas ya estamos tan acostumbrados que se asumen como algo cotidiano. Pero, ¿se imagina poder cambiar la bañera o el lavabo de sitio con la misma facilidad que una cajonera? ¿O poner el televisor en cualquier parte de la casa sin tener que limitarse a los espacios próximos al enchufe?
En este tipo de problemas y otros -como por ejemplo por qué si la familia cambia a lo largo de la vida las casas permanecen inalterables- pensaron los arquitectos Ignacio Aparicio y Carlos Ferrater cuando empezaron a dar vueltas a la idea de hacer los hogares más flexibles y más adaptables «en seco», refiriéndose a la posibilidad de transformar la casa sin necesidad de hacer engorrosas obras. Favorecer la transformación de las viviendas se convirtió en el objetivo de estos arquitectos. «Conseguirlo únicamente desde la arquitectura era una misión imposible», añade Ferrater. Por ello, decidieron aliarse con los fabricantes de los materiales que componen una vivienda.
Arquitectos y empresas proveedoras de los elementos que se utilizan en la consecución de las casas han comenzado a trabajar de manera conjunta para obtener una casa «adaptable, sensible y perfeccionable».
¿El resultado?: «Se trata de un piso muy similar al que se incorpora en las oficinas, pero mucho más sencillo. Por su interior discurren las canalizaciones de agua, de luz, de telefonía, etcétera, lo que permite, por ejemplo, la movilidad de la cocina y los baños, pero también de los ordenadores», explica Ferrater.
Otro de los elementos originales de este hogar son las paredes de los baños, que permiten, con un sencillo movimiento, intercambiar la posición de los sanitarios. «Éstos se adaptan como un mecano a la pared, y además se pueden colocar a un lado u otro de la misma. Las instalaciones van por el interior del muro». Se trata de un armazón metálico, ligero, con un revestimiento al gusto del consumidor.
La cocina se va construyendo con los muebles. La colocación de las distintas piezas es la que va definiendo la estancia, funcionando también como tabiques. Unos tabiques que permiten la incorporación de luz en su interior, el acoplamiento de televisores, estantes.
La fachada de la nueva vivienda versátil es el máximo exponente de este nuevo concepto: partiendo de un marco básico, se van añadiendo, al gusto del consumidor, elementos como doble ventana, filtro solar, placas de captación de energía, un aparato de aire acondicionado… Todo con gran facilidad.
El proyecto que aglutina todas estas novedades se ha denominado Casa Barcelona.